Cuando algo se pone de moda en las redes, lo hace hasta casi quemarse. Algo así ha pasado con el tomate, que ha experimentado su propio momento de gloria gracias a que las influencers se hacían eco en vídeos exprés como este de cómo el tomate es el ingrediente estrella de sus mascarillas faciales caseras.
Esta fruta (no es una verdura) consumida de forma regular ayuda a nuestra salud reduciendo el colesterol o previniendo problemas cardiovasculares. También es ideal para incluir en tu dieta si quieres perder peso, ya que se encuentra entre las mejores frutas para adelgazar y deshincharte. Pero, ¿y en la piel? ¿Cómo actúa? ¿Están equivocadas las influencers o por el contrario están haciendo lo que deberías hacer tú cuando termines de leer este artículo? Sigue leyendo…
Los beneficios del tomate para la piel
Lo cierto es que el tomate es todo un ‘superalimento’ con grandes beneficios para nuestra dieta. Tiene un porcentaje altísimo de nutrientes que, de forma tópica, pueden tener efectos muy positivos para nuestra piel. Es rico en vitamina C, A, E, B6 y proteínas, entre ellas, el licopeno, un carotenoide con efecto antioxidante que protege de los radicales libres.
Qué le puede pasar a tu cara si le añades una mascarilla de tomate
Entre otras cosas, todas las vitaminas y propiedades del tomate ayudarán a regular la grasa de la piel.
También es efectivo para combatir las espinillas y granos y un perfecto “sellante” de poros dilatados, así como una potente solución para las manchas en la cara. Gracias a la acidez, aclara la piel e ilumina de forma natural las pieles opacas y apagadas.
El tomate también es un gran aliado para combatir los efectos del acné, gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
Cómo hacer una mascarilla de tomate
Además, el tomate es un astringente natural que refresca la piel. Puedes aplicarlo creando una mascarilla casera con su jugo, triturándolo previamente y aplicándolo como cualquier otra mascarilla o puedes optar por poner rodajas sobre el rostro y frotarlas sobre la piel para que la pulpa actúe. Deja reposar unos 10-15 minutos y aclara con abundante agua.
Otra de las formas de usar el tomate sobre el rostro es la mezcla de la pulpa y el jugo de un limón, otro ingrediente común en las mascarillas caseras por su alto contenido en antioxidantes y por estimular la producción de colágeno. Notarás el rostro más claro, luminoso y fresco.
Contraindicaciones de la mascarilla de tomate en la piel
Sabemos de la acción astringente del tomate, incluso de su poder limpiador en tema de espinillas pero, ¿tiene algún contra? Lo cierto es que más allá de las contraindicaciones que tiene la ingesta del alimento, por ejemplo, que tomado en cantidades abundantes puede provocar problemas renales o diarreas (sobre todo si se toma crudo, por posible contaminación por salmonela), en la piel -no excepcionalmente sensible-, es un ingrediente estupendo.
Si en tu caso, tu piel es muy sensible, mejor evita su uso, ya que puede ser algo irritante. Además, conviene ser conscientes de si se tiene o no alergia a este alimento, para evitar rojeces.
Otros usos del tomate en tu rutina de belleza
Siguiendo con el tomate como tratamiento tópico, además de las famosas mascarillas que corren por la red social como la pólvora, hay quien usa el tomate como un limpiador corporal exfoliante, como fortalecedor del cabello e incluso como estimulante de la circulación.
Y si alguna vez te has quemado con el sol, quizás también hayas acudido al tomate como solución para calmar la piel enrojecida por las quemaduras solares, pues el tomate es un excelente calmante en estos casos.
Por cierto, si quieres añadir un extra de hidratación a tu mascarilla casera de tomate, añade un par de cucharadas de glicerina natural. ¡Verás qué maravilla!